“Escribir un poema es
apelar a la energía de los sentimientos”, ha dicho Ariel Rivadeneira
en su obra “Escribir poesía”. Tras leer el poemario LÁGRIMAS DE
MARIPOSAS de Minerva Moneró, nos convencemos de ello si no lo
estuviéramos. A través de Lágrimas, Mariposas, Instantes de vuelo,
Postales del agravio, y Lágrimas de mariposas, subtítulos que
presentan las cinco secciones en las que se divide el libro,
realizamos un interesante recorrido por un verdadero derroche de
emociones y sentimientos.
Mientras nos adentramos en las páginas del texto vamos descubriendo
que, como diría la poeta danesa Inger Christensen, “en cada poema
hay una partida y una llegada”. Pero en el caso de Moneró, cada
llegada constituye otra partida y viceversa, con lo que nos envuelve
en un mágico vaivén de conmociones que se entretejen entre sí, y que
a su vez, captan de manera poderosa la atención del lector.
La mezcla de sentimientos mediante el uso adecuado de diferentes
recursos literarios convierte al poemario en una pieza con algunas
de las características de las obras del poeta Pablo Neruda o de los
cantautores Joan Manuel Serrat y Facundo Cabral, donde se combinan
lo erótico con lo puramente social. Aquí se aprecia un común
denominador entre ambas temáticas, que es el dolor y el sufrimiento.
Se puede interpretar que existe un amor que sufre porque ha vivido
“queriendo atrapar / las carcajadas del viento / persiguiendo la sed
de la lluvia / los quejidos de la brisa / los suspiros de la flor /
los lamentos del camino”. Pero también es notable “como tiembla
noviembre ante el recuerdo”, y otras manifestaciones de oposición al
cruel asesinato de las Hermanas Mirabal por el régimen trujillista.
Así los “lamentos del desamor” y una “travesía hacia el amor” se
conjugan con unas “voces oprimidas” y una “mirada con olor a muerte”.
Como todo poeta, Minerva Moneró sufre los avatares de la vida, las
injusticias, y un sinnúmero de cotidianidades que envuelven la
sociedad. Es cuando, como José Luandino Vieira, sólo se descubre en
el acto de la escritura, y en él se oculta. Incluso con temor y algo
de pesimismo.
El tiempo es como una navaja
que corta la esperanza
en un aleteo de vida.
Pero en seguida reacciona y retoma la esperanza, aunque es una
esperanza atormentada:
Espero con paciencia de espanto
la metamorfosis de su virginal vuelo
su pasarela ante el florido jardín
saboreo con lujuria cada segundo
el encanto de su ingenua mirada
masturbo día tras día sus sonrisas
y en un instante aciago
deshojo la palabra amor.
Los poemas de LÁGRIMAS DE MARIPOSAS están estructurados de forma
breve y sencilla, sin que su brevedad reste intensidad a la
vibración interior que genera cada uno de ellos, y sin que deje de
apreciarse la presencia de interesantes figuras literarias, que como
la antítesis puede fortalecer la pieza poética oponiendo dos
sintagmas, dos versos, dos frases, etc.
Mariposa sufrida
de miradas silentes
voces calladas
quejidos y lamentos
mudos susurros
abrazos etéreos
secretos a voces
retazos de nada.
Es innegable que estamos frente una voz fresca de la poética
dominicana. Minerva Moneró se inicia en la poesía con un trabajo que
ha de penetrar en la bibliografía nacional haciendo su aporte a la
jornada iniciada por los grandes bardos que ha parido la patria.
Enhorabuena.
Simeón Arredondo, poeta y escritor dominicano residente en España.
simeonarredondo@gmail.com
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