“El multilateralismo ha tenido un papel muy
relevante en la globalización, mientras que, anteriormente, los
países trabajaban en base a unos intereses unilaterales, la creación
de los organismos multilaterales provocó una mayor cooperación entre
todos los países que integran el mundo”
Las Naciones Unidas, ONU, en su intervención ante los líderes
mundiales, el titular de la ONU presenta un grave panorama de la
situación en la que se encuentra el mundo que van desde el fracaso
en la lucha contra la pandemia de COVID-19 y contra el cambio
climático hasta el creciente el incumplimiento de los derechos
humanos, la falta de respeto a la ciencia o el aumento de la
división entre ricos y pobres y entre bloques geopolíticos.
Estoy aquí para hacer sonar la alarma (…) Nuestro mundo nunca ha
estado más amenazado. O más dividido. Nos enfrentamos a la mayor
cascada de crisis de nuestra vida. La pandemia del COVID-19 ha
sobredimensionado las flagrantes desigualdades. La crisis climática
está golpeando el planeta. La agitación desde Afganistán hasta
Etiopía, pasando por Yemen y más allá ha frustrado la paz. Un
aumento de la desconfianza y la desinformación está polarizando a la
gente y paralizando las sociedades. Los derechos humanos están bajo
fuego. La ciencia está siendo atacada. Y los salvavidas económicos
para los más vulnerables llegan demasiado poco y demasiado tarde...
si es que llegan. La solidaridad está ausente, justo cuando más la
necesitamos”.
Con estas palabras, el Secretario General de la ONU ha abierto el
debate del 76 periodo de sesiones de la Asamblea General ante una
sala en la que solo se sentaban unos pocos líderes mundiales debido
a la pandemia de COVID-19, mientras que el resto de los mandatarios
participarán de forma virtual en este foro que cada año expone la
situación general de los problemas que carcomen el planeta y las
soluciones que se ofrecen para atajarlos.
António Guterres quiso ser muy claro en su descripción de la grave
situación que afronta el mundo y el momento actual para lo cual
utilizó multitud de metáforas e imágenes, entre ellas una de la que
afirmó tal vez explique la historia de nuestro tiempo: “La imagen
que hemos visto en algunas partes del mundo de las vacunas COVID-19
en la basura. Caducadas y sin usar”.
Después añadió que esa fotografía muestra todo lo bueno y lo malo
del ser humano ya que, “por un lado, vemos las vacunas desarrolladas
en un tiempo récord, lo que es una victoria de la ciencia y el
ingenio humano. Y, por otro lado, vemos ese triunfo deshecho por la
tragedia de la falta de voluntad política, el egoísmo y la
desconfianza”. “Esto es una acusación moral del estado de nuestro
mundo. Es una obscenidad. Hemos aprobado el examen en Ciencias, pero
no el de Ética”.
A la crisis provocada por la pandemia, se añade la del cambio
climático y el reciente informe del Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático que indica que no estamos en
camino de cumplir los objetivos del Acuerdo de París y mantener la
temperatura media de la Tierra en 1,5 grados centígrados por encima
de la era preindustrial “es un código rojo para la humanidad”.
“Necesitamos un recorte del 45% de las emisiones de gases de efector
invernadero para 2030. Sin embargo, otro reciente informe de la ONU
dejó claro que, con los actuales compromisos climáticos nacionales,
las emisiones aumentarán un 16% para 2030. Eso nos condenaría a un
infierno de aumentos de temperatura de al menos 2,7 grados por
encima de los niveles preindustriales.
Guterres dijo que estamos a semanas de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Clima en Glasgow, pero aparentemente a años
luz de alcanzar nuestros objetivos (…) debemos actuar rápido. Al
mismo tiempo, otra enfermedad se está extendiendo en nuestro mundo:
un mal de desconfianza, según el titular de la ONU.
“Cuando la gente ve las promesas de progreso negadas por las
realidades de su dura vida diaria... Cuando ven sus derechos y
libertades fundamentales recortados... Cuando ven la pequeña y
también la gran corrupción a su alrededor… Cuando ven a los
multimillonarios viajando al espacio mientras millones pasan hambre
en la tierra... Cuando los padres ven un futuro para sus hijos que
parece aún más sombrío que las luchas de hoy... Y cuando los jóvenes
no ven ningún futuro... La gente a la que servimos y representamos
pierde la fe no sólo en sus gobiernos e instituciones, sino también
en los valores que han animado el trabajo de las Naciones Unidas
durante más de 75 años”, afirmó Guterres.
Y explicó que la ruptura de la confianza está llevando a la ruptura
de valores fundamentales como la paz, los derechos humanos, la
dignidad, la igualdad, la justicia y la solidaridad, que ahora están
en el punto de mira.
“Las promesas, después de todo, no tienen valor si la gente no ve
resultados en su vida diaria. La falta de resultados crea un espacio
para algunos de los impulsos más oscuros de la humanidad.
Proporciona oxígeno para las soluciones fáciles, las
pseudo-soluciones y las teorías de la conspiración. Es el
combustible para avivar antiguos agravios, la supremacía cultural,
la dominación ideológica, la misoginia violenta, la discriminación
de los más vulnerables, incluidos los refugiados y migrantes.
Por todo ello, aseguro que “nos enfrentamos a la hora de la verdad.
Ahora es el momento de cumplir. Ahora es el momento de restablecer
la confianza. Ahora es el momento de inspirar esperanza. Y yo tengo
esperanza. Los problemas que hemos creado son problemas que podemos
resolver. La humanidad ha demostrado que somos capaces de grandes
cosas cuando trabajamos juntos. Esa es la razón de ser de nuestras
Naciones Unidas”.
Y añadió: “Pero seamos francos. El sistema multilateral actual es
demasiado limitado en sus instrumentos y capacidades, en relación
con lo que se necesita para una gobernanza eficaz de la gestión de
los bienes públicos mundiales. Está demasiado fijado en el corto
plazo. Tenemos que reforzar la gobernanza mundial. Tenemos que
centrarnos en el futuro. Tenemos que renovar el contrato social.
Tenemos que garantizar unas Naciones Unidas adecuadas para una para
una nueva era”.
Recordó que con ese propósito presentó recientemente el documento
Nuestra Agenda Común, que ofrece un análisis de 360 grados del
estado de nuestro mundo, con 90 recomendaciones específicas
recomendaciones específicas que abordan los retos de hoy y
fortalecen el multilateralismo para el futuro.
A continuación, expuso lo que consideró son las seis brechas que
deben superarse para lograr un mundo mejor y para las que ha hecho
una serie de propuestas en su Agenda Común:
. La división de la paz.
. La división del clima.
. La división entre ricos y pobres.
. La división de género.
. La división digital.
. La división generacional.
Tras ese sombrío panorama, el Secretario General
quiso terminar con una nota de esperanza al señala que “con un
compromiso real, podemos cumplir la promesa de un mundo mejor y más
pacífico” a través de su Agenda Común, ya que “la mejor manera de
promover los intereses de los propios ciudadanos es promoviendo los
intereses de nuestro futuro común”.
“La interdependencia es la lógica del siglo XXI. Y es el principio
básico de las Naciones Unidas. Este es nuestro momento. Un momento
de transformación. Una era para reavivar el multilateralismo. Una
era de posibilidades. Restauremos la confianza. Inspiremos
esperanza. Y empecemos ahora mismo”, concluyó.
“El multilateralismo ha generado grandes flujos monetarios, en
concepto de ayudas, para muchas economías en desarrollo.”
Dr. Amín Cruz, PhD, diplomático, historiador, educador, periodista,
escritor, CEO presidente fundador del Congreso Hispanoamericano de
Prensa, Padre embajador del Periodismo Latinoamericano, residente en
New York.
¡Tú
opinión es muy importante para nosotros! |
|
|
|
|