MIAMI, EEUU.(VIPRENSA).-
La soledad es ya un problema de salud pública
mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
considera que la sensación de sentirse solo es cada
vez más persistente en muchas personas en la
sociedad y advierte de las serias consecuencias que
eso podría acarrear en el futuro.
Los efectos de la soledad
Es un tema bastante serio que, desde el organismo
sanitario internacional, están tratando de abordar
de forma urgente. Para ello han creado una comisión
especial formado por varios líderes mundiales en
materia médica, entre ellos el cirujano general de
Estados Unidos, Vivek Murthy.
De hecho, Murphy lleva varios meses advirtiendo
sobre esta situación en Estados Unidos y ha dicho
que los efectos de la soledad en la mortalidad
equivalen a fumar 15 cigarrillos al día.
“Ahora sabemos que la soledad es un sentimiento
común que experimentan muchas personas. Es como el
hambre o la sed. Es una sensación que nos envía el
cuerpo cuando nos falta algo que necesitamos para
sobrevivir”, dijo Murthy en mayo en entrevista con
la agencia Associated Press. “Millones de personas
en Estados Unidos están luchando en las sombras y
eso no está bien. Es por eso que emití este aviso
para abrir el telón a una lucha que están
experimentando demasiadas personas”.
La experta en psicología clínica, Christina
Ballinoti, defiende que la soledad puede generar
“problemas mentales y físicos” por lo que se pueden
pasar por alto estas consecuencias. “El cerebro
humano nació como cerebro social, se llama así,
porque se entiende que tenemos que estar conectados
con la gente, que siempre estamos dispuestos a tener
amigos, charlas y, generalmente, mejor en persona”,
decía.
La soledad en números
Un informe de los Centros para el Control y
Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en
inglés) señala el número de adultos estadounidenses
que recibió algún tipo de tratamiento para la salud
mental aumentó durante la pandemia del COVID-19. En
2021, en plena pandemia, el 22 % de los adultos
recibió tratamiento de salud mental, mientras que en
2019 esa tasa era del 19 %.
“Durante el transcurso de la pandemia había tres
veces más de probabilidades de ver personas
afectadas”, explica el Dr. Gustavo Alva, miembro de
la Junta Estadounidense de Psiquiatría y Neurología,
durante una entrevista para la Voz de América.
Según el especialista, el hecho de haber estado
aislado de forma prolongada es un factor que
contribuyó, sin lugar a duda, a que hubiera un
aumento de los casos de depresión. Pero también hay
otras circunstancias que pueden afectar el
incremento de pacientes tratados por cuestiones
relacionadas con la salud mental.
“Si alguien sufrió consecuencias graves por este
virus, no solamente tuvo síntomas físicos, sino
también síntomas mentales y eso acarrea problemas
depresivos. También si hemos perdido a algún ser
querido a causa de este virus, obviamente hay duelo
y se agudiza la probabilidad de tener problemas con
la depresión. Y, por último, es que las personas
afectadas por el COVID-19 definitivamente también
tuvieron una exacerbación o un mayor problema de los
síntomas de depresión”, expone el médico, que
también ha sido distinguido por la Asociación
Estadounidense de Psiquiatría por su contribución en
este campo.
Soledad y pandemia
La crisis sanitaria provocada por el coronavirus
empeoró este panorama en Estados Unidos debido al
aislamiento. El informe de Murthy señala que los
estadounidenses pasaron unos 20 minutos al día en
persona con amigos en 2020, frente a los 60 minutos
diarios casi dos décadas atrás. Y la soledad está
afectando especialmente a los jóvenes de entre 15 y
24 años, que admiten una caída del 70 % en el tiempo
pasado con amigos durante el mismo período.
“Los jóvenes en particular necesitan buscar un grupo
de pertenencia fuera del hogar, en la adolescencia,
a partir de los 13 años. Cuando se les corta eso,
realmente puede haber un aumento en el índice de
depresión y también en el índice de suicidio y
autolesiones”, señala Ballinoti.
La situación "preocupante" entre los jóvenes
Otro informe de Instituto Nacional de Salud Infantil
y Desarrollo Humano Eunice Kenndy Shrive,
dependiente de los Institutos Nacionales de Salud de
EEUU confirmó “un aumento en el número de suicidios
entre jóvenes de 10 a 19 años y en la proporción de
suicidios de jóvenes en comparación con la población
general”.
Y, de nuevo, la pandemia de coronavirus tuvo graves
consecuencias en la salud mental de los adolescentes
de EEUU, y cerca del 60 % de ellos manifestaron
sentimientos de tristeza o desesperanza
persistentes, de acuerdo a los datos de los CDC.
La violencia sexual, los pensamientos y el
comportamiento suicida y otros problemas de salud
mental afectaron a muchos adolescentes
independientemente de su raza u origen étnico, pero
fue aún más intenso en las niñas y los jóvenes de la
comunidad LGBTQ en la mayoría de los ámbitos.
Los resultados son similares a los encontrados por
encuestas y reportes anteriores, y muchas de las
tendencias empezaron antes de la pandemia de
coronavirus, pero el aislamiento, las clases a
distancia y el mayor uso de las redes sociales
durante la pandemia empeoraron las cosas para muchos
jóvenes, señalaron expertos en salud mental.
Pero también afecta a las personas mayores. José
Figueroa, de 68 años, confiesa sentirse solo. No
tiene a nadie en quién apoyarse, a pesar de tener un
hijo. “Él nunca me llama. Nunca se preocupa por mí.
Y aún así, yo lo sigo amando y lo sigo queriendo y
adorando”, relata.
Solo tiene a su mascota, que se ha convertido en su
fiel confidente. Pero admite que no aguanta sentirse
solo. “La soledad te va matando lentamente.
Desgraciadamente es así la vida y el destino de
uno”, dice resignado entre lágrimas.
El llamado a impulsar políticas al respecto
Un informe de la Universidad de Harvard recomienda
“campañas de educación pública nacionales, estatales
y locales” para visibilizar la “epidemia de la
soledad”. En ese sentido, los autores abogan que el
gobierno diseñe planes de divulgación mucho más
efectivos sobre la soledad en escuelas,
universidades y centros de trabajo.
“El gobierno federal debería ampliar su compromiso
con el servicio nacional para los jóvenes y para que
los gobiernos estatales puedan hacer mucho más para
promover” la existencia de esta situación.